El Día Mundial de la Población fue proclamado en el año 1989, cuando la Tierra superaba los cinco mil millones de habitantes.

Anteriormente, en 1968 los líderes mundiales proclamaron que los individuos tienen el derecho humano básico de determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos.

Cuarenta años después, los métodos anticonceptivos modernos permanecen inasequibles para cientos de millones de mujeres y hombres.

Que la población pueda planear sus familias implica que puedan planear su vida, vencer a la pobreza, mejorar la salud de las madres e hijos, lograr una mayor equidad de género, disminuir la mortalidad materna y sostener a la juventud.