Este domingo se celebra la Pascua cristiana: una fiesta litúrgica que completa la Semana Santa (y el Triduo Pascual que empezó el Jueves Santo). En este día tan especial se recuerda la resurrección de Jesús, que —según la Biblia— ocurre tres días después de su muerte en la cruz.
En cada una de las jornadas de la Semana Santa se rememoran las vivencias que vivió Cristo en sus últimos días en la Tierra, y se realizan determinados ritos y oraciones vinculados a lo sucedido. Por eso, el pasado Domingo de Ramos se bendijeron ramos de olivo, que emulan a los que la multitud le arrojó para recibirlo en Jerusalén; y el Viernes Santo, los creyentes revivieron los distintos momentos del Vía Crucis. Siguiendo esta secuencia, ayer, fue Sábado Santo, y no hubo fiestas litúrgicas para guardar la vigilia que emula la espera de los primeros cristianos, que aguardaron durante tres jornadas la resurrección de quien adoraban como el Hijo de Dios.