El 8 de septiembre fue declarado por la UNESCO como el Día mundial de la alfabetización. Históricamente, el tema cobró importancia cuando comenzó a necesitarse mano de obra calificada, es decir, personas que recibieran educación elemental y que supieran leer y escribir.

El concepto de alfabetización ha evolucionado a través del tiempo. Una definición muy acertada es la que se da en la declaración final del Simposio Internacional de Alfabetización de 1975, donde se dice que la alfabetización no implica sólo la lectura, la escritura y el cálculo, sino que es una contribución a la liberación de la persona. La declaración considera que, si la alfabetización se concibe de este modo, crea “conciencia crítica de las contradicciones y los objetivos de la sociedad en la que se vive”. Asimismo, estimula la “iniciativa y participación en la creación de un proyecto capaz de actuar en el mundo, de transformarlo y de definir los objetivos de un auténtico desarrollo humano”.