Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2007 conmemoran el Día Mundial del Paludismo cada 25 de abril, con el compromiso mundial de eliminar la enfermedad a base de esfuerzo y acciones concretas de prevención

El paludismo o malaria es causada por por parásitos del género Plasmodium que infectan los glóbulos rojos de la sangre o eritrocitos. Debido a esto, el paludismo puede producir anemia e inflamación del hígado y el bazo.

Con la finalidad de reducir el riesgo de contraer la malaria, la OMS recomienda dos estrategias básicas, como es el uso de mosquiteros tratados con insecticidas (MTI), mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración (MTILD), mosquiteros tratados con insecticida de larga duración (MILD), así como el rociado residual intradomiciliario, y el rociado de interiores con insecticidas de acción residual para la supresión rápida de los focos de transmisión.

La OMS alude a que mientras no se obtengan instrumentos y métodos nuevos y mejores, es necesaria adoptar y ampliar las estrategias recomendadas por la OMS a fin de aumentar la eficacia de las respuestas y acabar con las muertes evitables por malaria. La estrategia se basa en tres pilares:

  1. Lograr el acceso universal a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la malaria;
  2. Acelerar los esfuerzos para lograr la eliminación y alcanzar el estado exento de malaria; y
  3. Transformar la vigilancia malárica en una intervención básica.