El 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, una efeméride que desde el año 2013 ha mantenido vivo el mismo lema «Conozca sus cifras de presión arterial». La intención de esto es que muy pocas personas saben a ciencia cierta cuál es su tensión en estado normal.

Obviamente existe una cifra estándar que es la famosa 120/80, pero como cada individuo es único hay personas que por naturaleza son hipotensos y su tensión normal es 110/70 y otros son hipertensos y su tensión base es 130/90, es decir un poquito por arriba o por debajo.

El problema real con la hipertensión, es que se trata de un enemigo silencioso, que solo cuando la persona ya tiene la tensión muy elevada es cuando se notan los síntomas, como calor corporal, orejas rojas, dolor de cabeza e incluso hay quienes sufren de vértigo a pesar de que sea un síntoma más común cuando la tensión va a la baja.

La hipertensión arterial es una condición o estado, donde la persona presenta una presión arterial sistémica elevada. El problema con esta condición es que en muchos casos puede llegar a ser letal y rara vez provoca síntomas previos al pico alto de tensión.

La hipertensión es la principal causa de las enfermedades cardiovasculares, que anualmente se cobran la vida de 17 millones de personas en el mundo. De ese total 9,4 millones de muertes son consecuencia directa de la hipertensión.

Además de esta cifra, la hipertensión también es la responsable del 45% de los decesos por cardiopatías y del 51% de las muertes por enfermedades cardiovasculares.

La hipertensión es una enfermedad que se puede prevenir, pero siempre está latente el riesgo de padecerla, existen muchos factores que la pueden detonar como:

  • Los altos niveles de estrés pueden aumentar la probabilidad de sufrir un pico de hipertensión.
  • Cambios hormonales, sobre todo en las mujeres, la llegada de la menstruación puede aumentar la presión arterial.
  • Dietas malsanas con una alta ingesta de sal produce en el organismo las subidas de tensión.
  • El tabaquismo también trae como consecuencia que la persona se vuelva hipertensa.
  • El sedentarismo o falta de actividad física, es otro detonante de la enfermedad.

Actualmente existen medicamentos y tratamientos que ayudan a controlar la tensión arterial de las personas que padecen este tipo de descontrol, pero no están disponibles en todos los países y su precio no es el más económico.