La esquizofrenia es un trastorno complejo en el que intervienen varios factores y se caracteriza por una amplia variabilidad, tanto en sus causas como en su presentación clínica. Provoca alteraciones del pensamiento, de la percepción, de las emociones y de la conducta, y muestra una tendencia progresiva.
Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el pronóstico a largo plazo.
La esquizofrenia se caracteriza por pensamientos o experiencias que parecen estar desconectados de la realidad, habla o comportamiento desorganizados y disminución de la participación en las actividades cotidianas. También pueden presentarse dificultades en la concentración y la memoria.